Bogotá. – Una nueva sociedad de «crowdfunding» obtuvo aprobación de su reglamento de funcionamiento, por parte de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC).
Se trata de la compañía Terrenta S.A. Sociedad de Financiación Colaborativa, que tiene un capital suscrito por $1.500 millones.
Por tanto, la nueva firma entró en funcionamiento, desde la capital de la República, aunque podrá operar en el resto del territorio nacional.
Los socios de Terrenta SA Sociedad de Financiación Colaborativa hijo Gloria Sofía Santodomingo Flórez, Julio César Belalcázar Santodomingo, Alejandro Acosta Jaramillo y Germán Fernando Torres Lara, así como las firmas Inmayca SAS, Puerto Feliz SAS y Zuliani.co SAS
En particular, algunos de ellos hacen parte de la composición accionaria de las firmas Securitas Consulting SAS e Ideas y Desarrollos Inmobiliarios MG SAS, empresa que, por su lado, está enfocada en la gestión de bienes comerciales, industriales y residenciales.
Los fundadores socios de Terrenta tienen previsto que se conviertan en la Sofico (sociedad de financiación colaborativa) representativa del segmento inmobiliario y de la construcción en Colombia.
Antes de decidirse por Terrenta, ya concebían y ejecutaban proyectos que requerían del esfuerzo conjunto de diversos inversionistas. Por tanto, colaboran societariamente.
A su vez, consideran que el éxito del «crowdfunding» o la financiación colaborativa se centra en el conocimiento del mercado y un proceso de evaluación y selección de proyectos y negocios inmobiliarios, que generen credibilidad, rentabilidad y; en consecuencia profundizan la dinámica empresarial.
Socios con experiencia
Según dijeron fuentes de Terrenta a Primera Página el cinco de agosto del 2023, atrás quedaron los tiempos en que se creía en las iniciativas de los cofundadores y su capacidad de generar retornos por las inversiones.
En esos inicios, según agregaron, los contratos y pormenores legales seguían al arrojo de la visión de negocios, confirmando la trascendencia de la palabra empeñada.
Julio César Belalcázar Santodomingo, cofundador de Securitas Consulting & Terrenta.
Julio César Belalcázar Santodomingo es economista y abogado y Marcello Alessandro Galeano Muñoz (gerente general de Ideas y Desarrollos Inmobiliarios MG) es administrador de empresas.
Los dos ejecutivos cuentan con trayectoria en Juntas Directivas de «startups» como Tappsi y Tpaga, así como en otras iniciativas «fintech».
Consideran que la plataforma tecnológica Terrenta es el futuro de las inversiones y la financiación inmobiliaria porque resolvería la necesidad de las empresas que quieran estructurar sus propios mecanismos de consecución de préstamos y de capital.
Terrenta democratizaría el acceso a oportunidades en finca raíz, facilitando a cualquier persona la realización de inversiones digitales a bajo costo, en proyectos previamente seleccionados y clasificados.
Según el decreto 1357 del 2018, la actividad de financiación colaborativa en Colombia será desarrollada por sociedades anónimas de objeto exclusivo, que tengan como propósito poner en contacto a un número plural de aportantes con los receptores, quienes solicitan financiación en nombre propio para destinarlo a un proyecto productivo.
Las bolsas de valores y los sistemas de negociación o registro de valores autorizados por la SFC también podrán realizar las actividades de la Sofico.
Y aunque no pueden intermediar recursos del público, están autorizadas para captarlos, a través de depósitos electrónicos, ya realizar préstamos dentro y fuera de Colombia.
En el 2019, el tamaño del mercado mundial del «crowdfunding» se estimó en US$70.000 millones, pero al 2026 se prevé que se duplicará y llegará a US$150.000 millones.
Acerca del crowdfunding
La traducción al español de esta palabra compuesta es micromecenazgo y consiste en un sistema de financiación colectiva, a través de Internet, que busca el recaudo de dinero para un proyecto. Un empresario prevé abrir un negocio desde cero o necesita capital para ampliarlo, generalmente recurre a entidades financieras o especializadas en préstamos.
Sin embargo, le solicitan garantías reales (como inmuebles) para aprobar el empréstito, por lo que tiene dificultades para conseguirlas.
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