Titularice (de salvadoreño Hencorp y colombiano DeLima) recibió certificado de autorización y con un capital de $12.000 millones, inició actividades

Titularice (de salvadoreño Hencorp y colombiano DeLima) recibió certificado de autorización y con un capital de $12.000 millones, inició actividades

Bogotá.- A través de la Resolución 680 del pasado 15 de mayo, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) expidió el certificado de autorización (licencia de operación) a la compañía Titularice S.A. Sociedad Titularizadora de Activos No Hipotecarios.

La constitución de la firma estaba prevista con un capital inicial de $11.000 millones, pero los socios aportaron $1.000 millones más, por lo que inició actividades con $12.000 millones.

Los accionistas son Organización Delima S.A. CHC, con 39,98%;  HDL Titularice S.L.U. (España), con  46,68%; Eduardo Arturo Alfaro Barillas (ejecutivo de  Hencorp), con 13,33%; Agrocolsa CHC S.A.S., con 0,01%; y  Agropecuaria Cuenca S.A.S. CHC, también con 0,01%.

Cabe recordar que Primera Página lo anticipó en marzo del 2022 cuando informó que Delima se había aliado con el salvadoreño Grupo Hencorp para crear una titularizadora de activos no hipotecarios denominada Titularice S.A.

Delima, de origen caleño, se dedica a inversiones, intermediación de seguros, intermediación de servicios financieros y servicios legales.

Es controlante con Australis Inversiones del Grupo Alianza (comisionista de bolsa y fiduciaria).

Titularice
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El Grupo Hencorp (de los salvadoreños Víctor Manuel Henríquez Martínez- ex Macquarie Bank- y Raúl Henríquez) cuenta con la Casa de Corredores de Bolsa (Hencorp S.A. de C.V.) y Sociedad Titularizadora Hencorp.

Eduardo Arturo Alfaro Barillas, actual presidente de Hencorp Valores Ltda., tiene  22 años de experiencia en el mercado de valores y bancario de El Salvador.  Actualmente se desempeña también como director de la Junta de la Bolsa de Valores de El Salvador.

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Acerca de la titularización de activos

Este proceso consiste en trasladar los derechos económicos de un determinado activo a un tercer (inversionista), mediante la creación de un vehículo de propósito especial (en Colombia, un patrimonio autónomo), que es fraccionado en títulos valores de partes iguales.

El activo original sigue funcionando normalmente, solo que los flujos de caja que genera son direccionados a tal vehículo, que posteriormente, los distribuye entre los inversionistas.

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